
Elbio Javier Román Suárez, es un ex policía quien accedió a la Vicepresidencia de la empresa uruguaya de telecomunicaciones Antel, éste se valió de una llamada telefónica para recomendarse haciéndose pasar por el Prosecretario de la Presidencia, Jorge Vásquez, hermano del quien fue presidente de Uruguay hace poco, Tabaré Vásquez. En el momento que acontecieron estos hechos, Tabaré Vásquez se encontraba ejerciendo su cargo de Presidente, pero estaban próximos a las elecciones presidenciales.
El encargado de contratar al ex policía basándose en esta supuesta recomendación que venía desde el seno del poder estuvo a cargo del Presidente de Antel, Edgardo Carvalho. Cuando se supo de todo este manejo interno dentro de la empresa, los representantes de la oposición no dudaron en lanzar severas acusaciones de clientelismo que sostenían se estaba produciendo, teniendo como base de este fundamento a las próximas elecciones que se venían.
Elbio Javier Román Suárez accedió a la Vicepresidencia de Antel, solo por “razones de seguridad” de acuerdo a lo que sostuvo en conferencia Edgardo Carvalho, este se desempeñaba como funcionario de seguridad, lo cual le permitió acceder a la oficina del anterior vicepresidente de Antel, Gonzalo Perera, quien se encuentra en prisión por haber cometido el delito de simular un atentado en su contra. Por lo tanto, el ex policía valiéndose de sus derechos como actual vicepresidente accedió a papeles y documentos de Perera, incluso acompañó a un funcionario de Antel hasta el juzgado donde se encontraba Perera rindiendo declaraciones sobre el caso que se le acusa, y por si fuera poco se considera con total derecho hasta de poder ir a inspeccionar la casa del ex vicepresidente de Antel. De este modo, el ex policía sostenía cumplir con su papel de funcionario de seguridad y se tomaba el atrevimiento de sostener que éste rendía cuentas a quien había gestionado para que él entrara a ocupar el cargo de Vicepresidente de Antel, Jorge Vásquez.
La vicepresidencia de Antel solo iba a ser ocupada por Elbio Javier Román Suárez de manera temporal. Pero se supo que hubo una segunda llamada telefónica que venía de la Prosecretaría de la Presidencia, para recomendar que la persona que había estado ocupando el cargo de la Vicepresidencia de Antel no sea removida y por tal motivo, era conveniente que Elbio Román Suárez continuara ocupando el cargo de vicepresidente y siguiera prestando seguridad a la empresa. Resultado de esta segunda llamada, se formalizó la presencia de Elbio Román dentro de Antel, a través de la adscripción a un director.
Entonces, es partir de este momento en que se reconoce formalmente a Román como trabajador de la empresa Antel, al que se le asignó un horario de ocho horas al día, cobrando un salario nominal de $ 20 892. Edgardo Carvalho sostuvo que el ex policía cumplía con su trabajo con total eficiencia.
Como forma de continuar burlando a la autoridad, Román Suárez siguió cometiendo el delito de usurpación de funciones al solicitar a la empresa que se le concediera la posibilidad de otorgarle una laptop para que este pudiera continuar con sus trabajos desde su casa. Para ello, se solicitó una carta certificada por la Prosecretaria de la Presidencia a fin de iniciar con la gestión del pedido, ya que la empresa Antel solo presta sus equipos a sus trabajadores, entonces se vio en la necesidad de solicitar esta carta a Román Suárez. Para tal caso, el ex policía presentó una nota fraguada, con el membrete de la Presidencia y por ende, con una firma falsa, todo esto hacia que el caso de Román Suárez se torne más complicado, porque el delito de falsificación de documentos, estafa y usurpación de funciones son delitos muy graves penados por ley.
Pero esto fue el momento en que toda esta ola de mentiras estaba llegando a su fin, porque la empresa Antel informó a la Prosecretaria de la Presidencia acerca de este pedido y como era de suponer, Jorge Vásquez, Prosecretario de la Presidencia se quedó completamente sorprendido con todo esto y negó rotundamente ser partícipe de este acto tan bajo de recomendación a un puesto público a alguna persona.
Como era de esperar, el Presidente Tabaré Vásquez quedó consternado con todo lo que estaba aconteciendo y solicitó la inmediata renuncia del Presidente de Antel, Edgardo Carvalho y del Vicepresidente, Elbio Javier Román Suárez, para que sea procesado por varios delitos que se le inculpa. El presidente Vásquez también dispuso que Beno Ruchansky, presidente de UTE, ocupe el cargo interinamente de la Presidencia de Antel.
ANTECEDENTES DEL ESCÁNDALO
Todo el escándalo en torno a la empresa Antel por usurpación de funciones, estafa y falsificación de documentos por parte del ex policía Elbio Román Suárez tiene sus orígenes en el caso Gonzalo Perera, ex vicepresidente de Antel.
Gonzalo Perera fue removido del cargo por haberse hallado descubierto de haber inventando un supuesto atentado en su contra, que tras investigaciones por parte de la policía se descubrió que nunca hubo tal atentado, lo que le costó la renuencia al cargo de la Vicepresidencia de Antel y por el cual, se le llevó a juicio para esclarecimiento de los hechos.
Entonces, a partir de este momento la empresa Antel no se encontraba en su mejor momento, el puesto de la Vicepresidencia se encontraba aún vacío, y es en este preciso instante que Elbio Román Suárez se aprovechó de la situación para inventar una serie de mentiras que lo llevaría a la vicepresidencia de Antel, valiéndose de una llamada telefónica para recomendarse haciéndose pasar por el Prosecretario de la Presidencia, Jorge Vásquez.
Como se sabe, toda esta situación se generó en medio de una ola de angustias, consternación, preocupación y confusión por parte de los funcionarios que trabajaban en Antel, después que el caso del ex presidente Gonzalo Perera sea derivado a la Justicia y procesado por el delito de simulación de un atentado en su contra. Entonces, que alguien venga por recomendaciones del hermano del presidente argumentando que lo hace por “razones de seguridad”, serían fundamentos en cierta medida válidos, ya que el ambiente que les rodea no se encontraba todavía estable. Por tal motivo, en este clima desolador, se permitió que el ex policía ocupe el cargo de vicepresidente de Antel y pueda acceder a información confidencial que pudiera aportarse a la investigación judicial que se estaba realizando a Gonzalo Perera.
RESPONSABLES

• Elbio Román Suarez: Este es el principal responsable del escándalo de Antel, porque para ocupar el cargo de la Vicepresidencia se valió de una llamada en el cual él mismo se recomendaba para el puesto haciéndose pasar por el Prosecretario de la Presidencia, con esto ya estaba cometiendo un delito grave de usurpación de funciones, accedió al puesto de una manera considerada por muchos no ética. La actitud de Román Suárez puso en tela de juicio a muchas personas de altos cargos, por lo que se puede sostener que todo esto no es más que una consecuencia de su inmenso egoísmo. Quizás sintió miedo de verse descubierto pero esto no provocó en él dar un paso atrás sino siguió mintiendo y de una manera descarada continúo burlando a la autoridad no sólo de Antel sino hasta del propio Poder Ejecutivo. No le bastó llegar a la vicepresidencia de forma desleal, sino que su ambición fue tanta que se tomó el atrevimiento de realizar una segunda llamada, con el cual obtuvo la formalización de su cargo dentro de la empresa, por el cual se le asignó ocho horas de trabajo y un salario muy atractivo. No solo había incurrido en el delito de usurpación de funciones sino también en el de estafa a la empresa de telecomunicaciones Antel. Román Suárez no se midió en sus acciones que incluso para que la empresa le pudiera conceder una computadora portátil éste tuvo que valerse de una carta certificada por la Prosecretaria de la Presidencia, y como se sabe incurrió también en el delito de falsificación de documentos, puesto que la presunta carta tenía el membrete de la Presidencia y una firma falsa. Todo esto hace pensar que Román Suárez es una persona sin escrúpulos, que es capaz de utilizar cualquier tipo de medio para lograr su cometido. Quizás estemos frente a alguien en el que sus intereses personales se encuentran por encima de todo y al precio que sea. Velar por nuestros intereses no representa un problema porque es la naturaleza de todo ser humano, pero obtenerlos al precio que sea es ahí donde nos lleva a pensar que tal vez nuestro egoísmo no es más que un egoísmo en sí mismo sin fundamento alguno, en el que las otras personas nos dejan de interesar como seres humanos y lo que vale para nosotros es la primacía de la razón instrumental

• Edgardo Carvalho: Otro de los responsables del escándalo de Antel es Edgardo Carvalho, quien fue Presidente de Antel al momento que contrató al ex policía para el cargo de Vicepresidente por recomendaciones del Prosecretario de la Presidencia, aceptar a alguien para un puesto sólo por recomendaciones políticas dice mucho de su persona. Podemos hablar de una negligencia cometida por el Presidente de Antel, porque se aceptó a Román Suárez sin antes haberlo entrevistado y decidir si era apto para el puesto. Entonces es válido pensar que los representantes de la oposición tenían la razón en cierta medida cuando afirmaron que no se trata más que de un clientelismo político a puertas de las nuevas elecciones presidenciales. Sea o no verdad tal afirmación, no hay pruebas contundentes que refuten tal acusación, ya que la manera de actuar del Presidente de Antel no fue la correcta en términos éticos. Por eso, sostenemos que la actitud de Edgardo Carvalho no fue la mas adecuada en este tipo de situaciones, porque solo le bastó a Román Suárez venir en nombre del Prosecretario de la Presidencia para obtener su propósito, el alcanzar el cargo de vicepresidente. Esto pone en discusión el profesionalismo de Carvalho y su manera de actuar ante estas situaciones que demandan una gran rivalidad entre lo que es bueno hacer o no, porque además de permitir que supuestamente el Prosecretario de la Presidencia intervenga en el funcionamiento interno de selección de personal dentro de la empresa pública, éste no se preocupó por ahondar más en el asunto ni confirmar que verdaderamente era el Prosecretario quien había realizado tal recomendación. Por eso, actuar de esta manera le causó la renuncia a su puesto de Presidente de Antel, exigido en su justo derecho y ejercicio de poder del Presidente del país Tabaré Vásquez. Aunque en su intento de defensa, Carvalho señaló que si tomó esa decisión de contratar a Román Suárez lo hizo por presión del clima laboral que se estaba viviendo en Antel debido al caso Gonzalo Perera y es así que ante la inesperada llamada del supuesto Prosecretario en el cual este le ofrecía cierta "seguridad" si contrataba a Román para el puesto, aunque suene poco creible ante situaciones en el cual existe un cierto desequilio institucional a veces se suele tomar decisiones bajo presión, con tal de aspirar a esa seguridad que se estaba ofreciendo en el momento aunque cuando se trata de hacer negociaciones con personas que tienen que ver con la política represente ante los ojos de los demás como un intento de realizar un sucio juego político, "yo te doy algo a cambio que tu me des otra cosa", pues es de esta manera como se interpretó lo que hizo Carvalho, quizás fue víctima de las circunstancias o quizás no, pero hubiera tenido todo a favor si el se hubiera preocupado por confirmar que verdaderamente era el Prosecretario de la Presidencia que se había comunicado con él y de este modo no se hubiera permitido a Román Suárez burlar a una autoridad tratando de usurpar funciones que no le correspondían.
AFECTADOS
• Jorge Vásquez: El principal afectado con todo este escándalo en el caso Antel, es el propio Prosecretario de la Presidencia, quien se vio involucrado en todo esto producto de una mentira cometida por el ex policía Román Suárez, quien usurpó las funciones de este para obtener el puesto de la Vicepresidencia de Antel. Para el Prosecretario de la Presidencia fue una sorpresa muy grande enterarse que habían utilizado su nombre y su cargo para algo tan desleal. Este hecho no sólo lo afecta a él sino a todo el aparato del Poder Ejecutivo, porque si una persona que forma parte de este aparato actúa de este modo no sería ilógico pensar que otros que pertenezcan a la misma organización también actúen así, ya que a veces por una persona se suele generalizar a todo un conjunto. Al no haberse esclarecido a tiempo este situación nos hubiera hecho pensar que todo lo relacionado a los aparatos del poder y quienes pertenezcan a estos están llenos de inmundicia y corrupción, porque intervenir en la colocación de cargos públicos significa estar dentro de un llamado desesperado de auxilio por la democracia dentro de un país. Por eso, ante el descubrimiento de la existencia del delito de usurpación de funciones cometido por el ex policía no quedó otra alternativa que exigir a éste que responda por las consecuencias de sus actos, y también a aquellos que estuvieron involucrados en este delito ya sea de forma directa o indirectamente, puesto que actuar de este modo no refleja más que un intento de hacer justicia dentro de un país y que los responsables sean sancionados como lo señala la ley.
CONSECUENCIAS DEL ESCÁNDALO ANTEL
Dentro de la empresa:
Resultado de una serie de mentiras cometidas por el ex policía Román Suárez, le costó el cargo al Presidente de Antel, Edgardo Carvalho, por haber sido el responsable de la contratación de Román al puesto de Vicepresidente, por recomendación supuestamente del Prosecretario de la Presidencia, incurriendo en una forma de clientelismo político, tal como lo sostienen los representanes de la oposición. Era evidente que tal situación le molestó al propio Prosecretario, Jorge Vásquez, a quien Román le usurpó sus funciones, porque intervenir en la contratación de un puesto público afecta la imagen de quien se presta para estos tipos de cosas, ya que resulta injusto para los demás postulantes que verdaderamente son considerados aptos para el puesto y sin embargo, por no tener algún contacto o “enganche” con algún alto ejecutivo no pueda acceder atal cargo aunque esté apto y adecuadamente preparado para el ejercicio de tal función. Intervenir en la contratación de cargos públicos significa no estar actuando conforme lo hace una sociedad democrática. Por tal motivo, Edgardo Carvalho fue obligado por el Presidente Tabaré Vásquez a ejecutar su pronta renuncia del cargo como Presidente de Antel. Por más que éste dio sus argumentos del por qué lo hizo no le sirvió para que sea destituido de cargo dentro de Antel.
En adición, el presidente Tabaré Vásquez también dispuso que Beno Ruchansky, presidente de UTE, sea la persona más idónea para ocupar el cargo interinamente de la Presidencia de Antel, Tabaré depositó toda su confianza en éste para que pueda llevar a cabo la resstrucutración del funcionamiento de la empresa de telecomnicaciones Antel.
Por otro lado, era de esperarse que también fuera destituido del puesto de Vicepresidente de Antel, a Román Suárez y puesto en manos de la justicia para que responda por los delitos que se le acusa: usurpación de funciones, estafa y falsificación de documentos. Personas como Román deben pagar por los delitos cometidos, porque actuar de manera egoísta no hace otra cosa que perjudicar a personas que verdaderamente valoran la manera de vivir y actuar éticamente.

Otra de las consecuencias más penosas que se desprendió a raíz del escándalo de Antel fue la pérdida de la confianza que los clientes tenían en la empresa, antes la percepción que los clientes tenían sobre ésta era enorgullecedor porque consideraban a Antel como el lugar perfecto para trabajar, pero debido a estos últimos escándalos tal percepción se fue desvaneciendo, y de este modo, también se puede perder la confianza con respecto a dejar de ser una empresa fiable proveedora de serivcios de telecomunicaciones. Por eso, Antel debe preocuparse por restructurar su admisnitración y de este modo, poder recuperar a uno de los cimientos firmes que posee toda organización los clientes, porque representan la razón de ser de la empresa y es gracias a ellos, que pueden subsistir dentro del mercado.
Fuera de la empresa:
Como es de suponer, todo este escándalo empresarial acontecido con Antel afectó a entidades del Estado , específicamnete al Aparato Ejecutivo porque el ex policía cometió el delito de usurpación de funciones del Prosecretario de la Presidencia, Jorge Vásquez quien también es hermano del Presidente de Uruguay, esta situación puso en tela de juicio el cumplimeinto leal de las funciones del Gobierno, y es más ésto se sucitó a puertas de las nuevas elecciones presidenciales. Por ello, el Prosecretario trató de esclarecer el problema antes que los demás saquen conclusiones apresuradas, porque intervenir en la colocación de cargos públicos es un delito y esto es un problema que más se produce en sociedades que no están adecuadamnete democratizadas. Tal es el caso que, Jorge Vásquez trató de limpiar su nombre y su imagen después que se enteró del gran problema que se estaba produciendo con su persona.
Asimismo, las consecuencias que trajo este problema en Antel también afectó a la sociedad en su conjunto, porque esto no es más que una señal de alarma que nos indica que estamos viviendo dentro de un ambiente poco ético, en el cual cada uno de los ciudadanos son responsables por su actuar en favor o no de los principios morales de toda sociedad. Por otro lado, la sociedad también dejó de creer en Antel porque no es el primer escándalo que ocurre alrededor de la empresa, por lo tanto, si esto continúa representará el principio del fin para Antel. Entonces depende de la empresa de querer hacer algo para que esto no vuelva a ocurrir o esten mejor preparados ante una stuación similar como la que pasaron.
Es así que, con todo estos escándalos acontecidos con la empresa Antel, ésta tiene un largo camino por recorrer para devolver la confianza a todos, incluido a sus grupos de interés que como es lógico se vio afectado por todos estos sucesos en la misma medida que la propia empresa.
Por tanto, es partir de este momento en que la empresa debe cuidar muy bien su accionar para no volver a cometer los mismos errores del pasado y de esta manera poder recobrar la confianza de sus grupos de interés.